El carballo


Desde abajo, boquiabierta, admiro tu porte. Tan reconfortante tu indiferencia al correr del tiempo.
El robusto tronco que desemboca en rajadas/rasgadas raíces causantes de cortes, magulladuras en las rodillas de Raúl ( líder de la pandilla)
Imitado por Quique y Carlitos se encaraman a lo largo de la longeva piel, colgándose como primates de cada rama. Ocultos bajo la espesa copa donde traman barrabasadas.
Cargan de bellotas los tiragomas, lanzan una lluvia contra nosotras.
Eres guarida para espiar los interiores femeninos, en un golpe de viento a favor. Adornos florales tras nuestras orejas,  coronas sobre las cabezas.
Recia madera para conservar a punta de navaja las iniciales R y M.
Eternas. Perenne.

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