Pimientos rellenos

Siempre me maravilla su pericia en los fogones. Pese a su delicada apariencia, convierte los pimientos en una sólida cubierta para la besamel, espeso hormigón gracias a sus duras manos, acostumbradas a temprana edad a cargar con los fardos más pesados, a ordeñar vacas., a manejar  hazadas, ..........Esas nudosas manos como ríos que se bifurcan por el mapa de su cuerpo, dan consistencia al relleno de la jugosa carne y elaboran con nata y el jugo del pimiento la salsa que cubre al sencillo pimiento, protagonista del convite.  Un lacerante/repentino dolor en sus nudillos la fuerza a cerrar los ojos, a apretar la mandíbula. Sin un quejido que exhalar el dolor la mantiene inerte,sólo como signo de alarma; el ceño contraído. Ese dolor añejo la ha acompañado durante el trayecto vital. Apareció tras un incidente escolar que la colocó en el centro del escarnio público. 

Doña  Gertru, la maestra, las había señalado tantas veces la importancia de la pulcritud. 

Las obligaba a llevar la bata a casa para lavarla y traerla al lunes siguiente pero el fin de semana, las continuas heladas no habían permitido tener lista la bata así que con la promesa de llevarla el martes, compareció en la escuela. Apenas vio el perfil aguileño de Doña Gertru, un sudor frío recorrió su frente hasta nublarla la vista. La maestra paso revista a las escolares con sus batas inmaculadas salvo ella que mantenía la vista clavada en el suelo. La voz de Doña Gertru rugió : Redondo a la tarima. Allá subió . Estiró los brazos hacia adelante, las manos en ángulo sobresaliendo los nudillos. Fue en este punto donde la vara de castaño de la maestra, descargo todo su poder. Ella cerró los ojos, el chasquido de la vara se expandía por todo el aula, un silencio solemne lo abarcaba todo salvo algún cuchicheo. 

El dolor, ese viejo conocido, se manifiesta haciéndola contraer el rostro  en una mueca, apretando la mandíbula. Volia ! Esta salsa colorada, picantona es el partenaire ideal para tan  elaborados pimientos, la excelencia en sus artesanas manos