Nunca jamás
Aborrezco la palabra cuidar. El peso que conlleva, adjudicada a mi persona Toda la vida siendo la cuidadora de tod@s. Cuidadora abnegada de la prole, de mis mayores, benefactora de amigos.....
Cuidadora hasta de la palabra sin salirse del márgen. Cuidadora en mayúscula. Heredera del legado complaciente de mi madre, quién lo recibió de la suya y así generaciones de mujeres , dadoras por excelencia.
Salvadora de sucesivos Peter Pan en cuerpos adultos, negacionistas del amor.. Ofrendas sin recompensa. Dar, siempre dar, pese a la carencia. Sin escatimar ni un sólo átomo de dádiva. Hasta la renuncia, hasta la pérdida. Partir del país de Nunca Jamás. Nunca, jamás regresar. Volver al hogar. No ser más Wendy.
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