La Sole y yo

Conozco hace tiempo a La Sole,
compañía omnipresente. 
No la profesó rencor
pese a ser aliento de renuncia, 
olvido....

El dedo hurgaba en la nariz
cuando comenzó el cortejo
alerta,
a cualquier atisbo de individualidad.

En los 80 estrechó el cerco 
No le bastaba sorprenderme en el cuarto, 
hecha un ovillo,
ni escupir desdichas
en desnudas cuadrículas;
enojada con el TODO.
La Sole exigía ya un STATUS propio.

Clavar a fondo su aguijón,
eliminar afectos,
cobrar cadáveres de ruptura 
y  traición,
hasta bien entrados los 30.

Un buen día cesó de incordiarme.
Sí bien  solía recibirla
Las visitas eran  cada vez
menos ........................frecuentes...
....,...............comedidas..................
Solía perfumarme  de delicadeza
y conceder bendiciones 
cómo  el  romance. conmigo.
Al final la muy. astuta
supo engatusarme.

Hoy, en el ecuador  de la vida,
aspiro a nuestra unión,
abrazó el sí a su compañía.
La Sole, mi lazarilla.


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